Asociaciones para mayores
El ser humano, por naturaleza, tiene la necesidad de vivir en comunidad, de sentirse integrado dentro de un grupo, y esta es una característica que nos diferencia de otros seres vivos que viven en solitario. Desde que somos bien pequeños, buscamos relacionarnos en un grupo, y tratamos de sentirnos integrados, uno más, dentro de un colectivo de otras personas con más o menos características similares a las nuestras. Desde bien pequeños empezamos a movernos en grupo cuando vamos al parque o cuando vamos al colegio. El colegio por ejemplo es una herramienta que favorece la participación dentro de un grupo o colectivo, y nos enseña a respetar a los demás miembros, así como a admitir a otros dentro de nuestro grupo. Según nos vamos haciendo mayores, estos grupos van cambiando, buscando cada vez una mayor homogeneidad entre el grupo y nosotros, y así llegamos a la adolescencia donde el grupo y la sensación de pertenencia a éste son muy importantes. Seguimos creciendo y nos encontramos en nuestro grupo de trabajo, participamos en deportes de equipo, tenemos nuestro grupo de amistades…
Pero, ¿qué pasa cuando nos hacemos mayores? Pues exactamente lo mismo.
El sentimiento, o mejor dicho, la necesidad de pertenecer a un colectivo, es el mismo. Y , a todo esto, ¿qué papel juegan las asociaciones? Pues uno muy importante. En realidad, no hay tanta diferencia entre un grupo y una asociación. Es más, una asociación no deja de ser un grupo de personas que, de manera voluntaria, se unen con un fin común, compartiendo una serie de características o cualidades que les hace afines. De esta manera, existen gran cantidad de asociaciones a las que podemos adherirnos. Así, podemos encontrar asociaciones de cualquier tipo, de amas de casa, de pescadores, de aficionados a la petanca, de personas mayores activas, de apasionados por coches antiguos, de gastronomía… La importancia de estas asociaciones radica en que nos ayuda a contactar con personas que tienen aficiones o características afines a nosotros, lo que nos da la oportunidad de ampliar nuestras relaciones sociales con otras personas, así como hablar o practicar la actividad que deseamos con otras personas. En muchos casos, además, nos da la opción de poder acceder a ventajas o descuentos que no sería posible de otra manera, como es el caso por ejemplo de la tarjeta de Mayores UDP que explicábamos en nuestro Facebook, que nos da acceso a descuentos y ofertas exclusivas. Otras ventajas son el acceso a información, acceso a formación, consejos…
En definitiva, son muchas y muy diversas las ventajas de pertenecer a una asociación o grupo, y casi ningún inconveniente, más allá de una pequeña cuota que haya que abonar, y ni siquiera llegaría a ser un inconveniente como tal. Sean cuales sean tus gustos, tus aficiones, tu perfil, tu edad… siempre habrá una asociación que se ajuste a ti. Así pues, ahora te toca a ti decidir cuál es la asociación que más se ajusta e, incluso, si hay varias asociaciones, ¡inscríbete en todas!