El bastón siempre ha sido un icono muy unido a las personas mayores. Cuando le pedimos a alguien que represente a una persona mayor, el gesto suele ser encorvado y usando bastón. Una vez más los prejuicios a cerca de las personas mayores y la acomodada cultura del estigma, nos juega una mala pasada. ¿Sabías que es un símbolo de elegancia?
El bastón es sólo una herramienta que nos ayuda a caminar o a sostenernos,
sino que, durante mucho tiempo, ha sido un elemento de prestigio para hombres y mujeres. Charlot, Fred Astaire... son algunos de los mitos cinematográficos que le dieron el poder a este elemento de llevar la elegancia allí donde fueran.
Aunque sigue siendo un icono de elegancia y glamour, el bastón hoy en día es usado principalmente como apoyo a personas con movilidad algo reducida.
En mi experiencia en el mundo Senior, observo a diario como el uso inadecuado de este producto de apoyo, puede ocasionar graves lesiones. Desde una caída hasta serios problemas de espalda.
A continuación, te facilito algunos consejos sobre cómo usarlo:
En primer lugar, es muy importante adaptar la altura del bastón a la persona mayor que lo utilizará y, para ello, es necesario que la empuñadura quede al mismo nivel que el trocánter mayor del fémur.
En segundo lugar, has de tener en cuenta las características que debe tener el bastón:
En tercer lugar: Una vez elegido el bastón ideal para señora o caballero y teniendo en cuenta las recomendaciones anteriores, has de tener en cuenta la mano en la que debes llevarlo y la marcha: El bastón se usa en el lado contrario al afectado o al lado débil. Solo así logramos la descarga de la extremidad y el apoyo deseado. Dicho esto … ¡ya puedes iniciar la marcha! Has de realizarla así: salen juntos en el primer paso pierna “mala” y bastón puesto en mano contraria y en el segundo paso avanza el pie que queda, que es el bueno, solito.
¿Y para subir y bajar escaleras?
En este caso tienes que dar el paso firme con la pierna fuerte, luego sube el bastón y la pierna débil para que
se encuentren con la pierna fuerte, y así paso a paso.
Al bajar las escaleras, has de hacerlo, al contrario. Es decir, baja primero el bastón y la pierna débil y luego bajas la pierna fuerte.
Entonces, ¿se acabó el bailar si uso bastón? ¡Para nada amigos!; de hecho, la alegría y vitalidad que provoca el baile es muy importante. Solo has de tener en cuenta una cosa: cuando se tiene que girar el cuerpo, es mejor hacerlo con la pierna fuerte, y luego hacer que la pierna débil la siga. De esta manera evitarás caídas. Por último, me gustaría mostrarte algunas medidas de precaución a la hora de usar el bastón:
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